Ustedes perdonen #1-2, de Das Pastoras

Vacas impávidas, paisajes serenos: marco incomparable para la floración del absurdo. Nadie nunca ha dibujado tiburones tan de verdad, nadie ha demostrado tanta fascinación por el desastre. La tentación del caos sólo puede vencerse, por supuesto, sumergiéndose en él, y eso hace Das Pastoras, con la ligereza indiferente del que se sabe a salvo.
Elefantes, vacas, osos y pingüinos. Y tiburones, claro, los tiburones más tiburones del mundo. ¿Qué hace que las viñetas de Das Pastoras sean tan reales, tan sólidas, tan creíbles, dibuje lo que dibuje? Es una luz, es una profundidad, es una solidez. Es también la elección del encuadre, la composición aparentemente descuidada: el color. La coherencia, en fin, de un imaginario personal en el que todo encaja, por absurdo que pueda parecer.