Pepe Sánchez - El Super Espía Argentino
Revista El Tony, 1975 | CBR | Spanish | 233 núm. (Completo) | 1.88 GB Totales
Autores: Robin Wood y Carlos Vogt
Revista El Tony, 1975 | CBR | Spanish | 233 núm. (Completo) | 1.88 GB Totales
Autores: Robin Wood y Carlos Vogt
El primer episodio de las andanzas del afamado espía argentino creado por el guionista Robin Wood y el genial dibujante Carlos Vogt fue publicado en El Tony Supercolor Nº 1 (Diciembre de 1975). Sin embargo, hay que remontarse cinco o seis años atrás para conocer su verdadero origen. Todo comenzó con una historieta unitaria de los mismos autores, pero autoconclusiva, titulada "España y Pepe Sánchez", protagonizada por un Pepe Sánchez morocho pero idéntico en lo demás al conocido personaje.
Pepe Sánchez es un milagro argentino: típico muchacho de barrio, familiero, gran amigo, amante del tango, las mujeres y el mate, es el integrante más fiel de la hinchada de Chacarita Juniors (no falta a uno solo de sus partidos). Como no tenía mucho colegio, vivía de changas; justamente, laburaba como encargado de una playa de estacionamiento, cuando fue reclutado por la UNOM, luego conocida como CES (Centro de Espías Sofisticados), que es una desorganizada organización reconocidamente secreta que se dedica -no con mucho éxito- a proteger a la Humanidad.
Pepe vino a ser algo así como el primer agente en la región del Río de la Plata: la necesidad tiene cara de hereje. En su primera misión, Sánchez colaboró con el afamado James Pont, a quien supo sorprender por una habilidad innata: la improvisación. El haber logrado la hazaña de rescatar -él solito, prácticamente- diez bombas atómicas, le comenzó a granjear una fama envidiable. En poco tiempo, fue elegido "Espía del Año" en el Congreso Anual de Espías. Se enfrentó con inexplicable éxito a Spectrum y a Kosmos (las organizaciones mundiales del delito), a CAOS (Círculo de Asesinos, Oportunistas y Saboteadores), a la Maffia, a la Unión Corsa, a Asociated Chumbo's, a Afanum Aerian y a Asesine-Con-Una-Sonrisa-Incorporated.
Vio crecer a su subsede regional, se familiarizó rápidamente con su oficio y conoció el mundo entero. Cada misión le deparó un nuevo amigo y, mínimo, dos o tres mujeres. Ganó gritos de sus jefes debido a su proverbial irresponsabilidad y negligencia, pero de ellos mismos recogió aplausos por su incomprensible efectividad.
Tal vez la única persona capaz de sacarlo de sus casillas sea su ayudante ocasional, John Philips Gutiérrez, el agente 0017, miope, daltónico, eterno estudiante de un inglés que no alcanza a dominar… y casi tan torpe como Cero Cero Sánchez.
Su creciente popularidad, empero, no lo separaron ni del barrio -siempre vivió en la misma ruinosa pensión-, ni de la familia, a la que siempre tiene presente: su padre carpintero (tal vez difunto); su madre Chiara Monodónogo de Sánchez; sus hermanos Pipa, el Cholo, el Beto, el Rúben, la Chuchi y el Caracú; su despiertísimo sobrino y compañero de aventuras, Tito; y sus infinitos tíos: Don Fulgencio (que cultiva cardos en Paso de los Libres), Don Jacinto (que hace gomeras que cargan bodoques secados al sol), Don Remigio (ex jubilado y actual Capo Maffia), Doña Clotilde (quién más lo mima), Don Laureano (peón de la estancia "El Cimarrón" y reputado cuentero),etc.
Pepe vino a ser algo así como el primer agente en la región del Río de la Plata: la necesidad tiene cara de hereje. En su primera misión, Sánchez colaboró con el afamado James Pont, a quien supo sorprender por una habilidad innata: la improvisación. El haber logrado la hazaña de rescatar -él solito, prácticamente- diez bombas atómicas, le comenzó a granjear una fama envidiable. En poco tiempo, fue elegido "Espía del Año" en el Congreso Anual de Espías. Se enfrentó con inexplicable éxito a Spectrum y a Kosmos (las organizaciones mundiales del delito), a CAOS (Círculo de Asesinos, Oportunistas y Saboteadores), a la Maffia, a la Unión Corsa, a Asociated Chumbo's, a Afanum Aerian y a Asesine-Con-Una-Sonrisa-Incorporated.
Vio crecer a su subsede regional, se familiarizó rápidamente con su oficio y conoció el mundo entero. Cada misión le deparó un nuevo amigo y, mínimo, dos o tres mujeres. Ganó gritos de sus jefes debido a su proverbial irresponsabilidad y negligencia, pero de ellos mismos recogió aplausos por su incomprensible efectividad.
Tal vez la única persona capaz de sacarlo de sus casillas sea su ayudante ocasional, John Philips Gutiérrez, el agente 0017, miope, daltónico, eterno estudiante de un inglés que no alcanza a dominar… y casi tan torpe como Cero Cero Sánchez.
Su creciente popularidad, empero, no lo separaron ni del barrio -siempre vivió en la misma ruinosa pensión-, ni de la familia, a la que siempre tiene presente: su padre carpintero (tal vez difunto); su madre Chiara Monodónogo de Sánchez; sus hermanos Pipa, el Cholo, el Beto, el Rúben, la Chuchi y el Caracú; su despiertísimo sobrino y compañero de aventuras, Tito; y sus infinitos tíos: Don Fulgencio (que cultiva cardos en Paso de los Libres), Don Jacinto (que hace gomeras que cargan bodoques secados al sol), Don Remigio (ex jubilado y actual Capo Maffia), Doña Clotilde (quién más lo mima), Don Laureano (peón de la estancia "El Cimarrón" y reputado cuentero),etc.