Maigret Tomo 5 (de 5) Maigret y el cuerpo sin cabeza

Texto de contraportada: París, Canal Saint-Martin. En la esclusa de Recoletos, los barqueros sacan de las aguas heladas unos paquetes muy curiosos. Cuidadosamente atadas con papel de periódico, aparecen las diferentes partes del cuerpo de un hombre. Pequeño, gordo, peludo, debía de tener unos cuarenta años. Pero falta un elemento esencial de este macabro rompecabezas: la cabeza.
El enigma del cuerpo sin cabeza comienza para Maigret. Mientras se busca -en vano-la cabeza en el canal, Maigret entra en un pequeño bistró del Quai de Valmy para hacer una llamada telefónica.
Enseguida se siente intrigado por su extraña casera, Aline Calas, cuyo marido, Omer, ha estado fuera unos días comprando vino. ¿Dónde? Sólo lo sabe vagamente. ¿Durante cuánto tiempo? No tiene una idea precisa. Pero, ¿quién es esta mujer que sólo responde sí o no entre dos sorbos de alcohol que va bebiendo a escondidas? ¿Quién es ese joven mensajero que merodea por el bar y huye cuando Maigret y sus hombres se acercan? ¿Y qué hay de ese habitual de la casa, el silencioso Dieudonné, que mira a la dueña con una mirada que dice mucho de la naturaleza de su relación? Maigret está convencido de que, respondiendo a estas preguntas, podrá por fin poner nombre al cuerpo sin cabeza.