La barra de Pascualin - Revista, 1958

De la extensa factoria del maestro Hector L.Torino, La Barra de Pascualín nació en los años 50 en la revista Avivato. Torino ideó este personaje de barrio donde el café, los amores, el fútbol y el box eran algunos de sus temas predilectos. Heredero de los guapos de principios del siglo pasado, Pascualín, un flaco de enorme nariz patorucezca, posee una fuerza descomunal, que sólo pone al servicio de causas nobles. Desde el mismo título -al igual que Conventillo- se define el contexto de la historieta, y el ámbito de pertenencia del personaje. La otra inscripción que emparenta a Pascualín con Don Nicola es, entonces, la del costumbrismo, y desde la misma óptica delirante. La diferencia radica en que mientras Torino, con el gringo y sus inquilinos retrata el mundo de la inmigración, en La Barra…, abreva en la mitología porteña.
Sin embargo, ya convertido aquél en revista autónoma, el dibujante da una vuelta de tuerca y traslada a su criatura hasta el lejano Oeste (aún así, paralelamente continuarán publicándose aventuras locales). En las páginas de esta revista desfilaron otras criaturas de Torino, como ser: Don Nicola, Barrabás, Fun-yi-to y los dos profesores, entre otros.