El hombre al que no le gustaban las armas de fuego Tomo 4 - La ley del más fuerte

RESUMEN DE LOS ÁLBUMES ANTERIORES:
Las cartas que Knut Hoggard le pidió al maestro Byron Peck que examinara están despertando todo tipo de codicia. Enviadas por James Madison a su abuelo, arrojaron una nueva visión sobre la Segunda Enmienda y podrían poner en peligro la floreciente industria armamentística. Al menos eso es lo que piensa Byron. Pero Margot de Garine, su interesada esposa, espera hacer fortuna vendiéndolas a fabricantes de armas.

Seduce a Hoggaard y le convence para matar a su marido antes de dispararle en la cabeza. Durante un asalto al tren, unos bandidos mexicanos le roban las cartas. Margot seduce a su jefe que la lleva a su escondite. Vivos y unidos en la venganza, Byron y Knut la encuentran y pasan al ataque. Pero un viejo indio sorprende a todo el mundo al apoderarse del botín.

Con la ayuda de Tim, un mozo de equipajes algo simple que se ha quedado prendado de ella, Margot se lanza a la persecución y consigue recuperar las cartas. Al final sola y perdida, es acogida por una misión católica y descubre cómo las niñas navajo son “civilizadas” de la manera más cruel. Se fija en una de ellas, Lucille, cuyo carácter rebelde admira. Mientras tanto, Jack, el viejo indio, le cuenta a Tim que fue separado de su tribu cuando era niño y luego acogido por un fotógrafo, Artemus Wittick, para quien se convirtió en su modelo principal. Fue durante una sesión de campo con Jonas, el hijo de Artemus, que Jack se encontró atrapado en el escondite de los bandidos mexicanos. Después de haber presenciado la muerte de su amigo, sobrevivió fingiendo senilidad.

Siguiendo su viaje, Jack y Tim son recibidos por un grupo de indios: William, el “navajo negro”, Sonido-del-viento y su hija, Pequeña-Altura. Siguiendo su caza, Knut y Byron se unen al grupo. Gracias al incendio que Lucille acaba de provocar en la misión, vuelven a encontrar el rastro de Margot. Pero el cartel de búsqueda que Byron había distribuido hace que la arresten. Conducida a Fort Defiance, consigue dar un giro a la situación: Byron y Knut son arrestados en su lugar. Tras obtener la custodia de Lucille, Margot se escapa con los preciados documentos. Pero los navajos, comprendiendo el interés que esto podría tener para ellos, asaltan el tren. Pequeña-Altura obliga a Margot a elegir entre Lucille y las cartas. Ella elige las cartas… pero termina perdiéndolo todo.