Abe (Abel Dopeulapeul) núm.1-4

"El crimen vigila con mirada gélida la jungla de asfalto de la ciudad, los edificios se devuelven la lúgubre queja de las sirenas de la policía… […] U n hombre vela: ABEL DOPEULAPEUL."
"Aquí está (casi 50 años después) el pequeño Dopeulapeul, pésima copia del gran Marlowe. Decir que vela es un poco exagerado: dormita entre dos curdas […] Y en ese momento de la historia, entre el olor lúgubre de las sirenas y los gemidos venenosos del asfalto (o al revés), llega siempre la musa carrozada como no hay en la realidad pero se puede soñar…"
Y ahora, en colores setenteros.
"En la noche infame, un hombre camina y su sombra está cansada de saber demasiado sobre las perrerías del asfalto y del corazón de los hombres. Es libre, solitario y la muerte le persigue. Puede reírse, parodiar, desmitificar, "Mal tiempo para morir" no es más ni menos que un homenaje a una leyenda intocable (Marlowe)".
¿Dará un personaje paródico, nacido como chiste y sainete, para una historia larga? En los lejanos 70, los autores siempre estaban dispuestos a dar un paso más allá. El experimento da para la crónica de viajes, el choque entre culturas, la crítica política y hasta para la tragedia…
Los propensos a ofenderse debieran abstenerse, porque encontrarán motivos para agarrarse un buen berrinche.
¡Aquí hay pa'to's a pata's! (¿Se cree el Loro que sólo él sabe hacer juegos tontos con el lenguaje?)
Allá por 1985, Abe, el detective, hizo su última aparición en el estante de novedades. Su creador, Loro, cuyo verdadero nombre era Jean-Marc Laureau, también fue fotógrafo e ilustrador. Fue un colaborador del semanario Pilote y, ya puesto, entrenador de la selección de tiro con arco de Arabia Saudí. Falleció en 1998 a consecuencia de una hepatitis C.