Los Cazadores de Pterodactilos

Los Cazadores de Ptrodáctilos es la historia de una rivalidad entre hermanos y de una tradición familiar en un peculiar escenario: una versión de 1904 de Nueva York en la que generaciones de la clase trabajadora deben surcar los cielos en aeronaves de aire caliente para defender la población de la ciudad de los ataques de los pterodáctilos.
El novel Brendan Leach, ganador del premio Ignatz por esta misma obra, nos presenta un relato con la suficiente calidad y madurez como para llamar la atención del lector interesado en algo más que explosiones y fuegos artificiales. No hay más que echar un ojo a esta obra para descubrir en sus páginas un estilo de trazo y composición tan particular como atractivo, que le enmarcan con fuerza en el panorama actual del cómic independiente norteamericano, con esa simplificación de las formas y esa tendencia a desgranar las emociones en detrimento de la acción. Y es que el tebeo se centra en las vicisitudes de uno de esos cazadores ante su promoción profesional, dándole menor importancia a la caza en sí. Aún así, hay hueco para la aventura y la ensoñación bajo el ataque de unas criaturas imposibles, donde la ucronía se convierte en disfraz para contar algo más que la batalla de turno.