Cosecha Verde y El Iguana, De Trillo y Mandrafina
Colihue/ Norma Editorial | CBR | Spanish | 2 núm. (Completo) | 105 MB Totales
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Carlos Trillo estableció un estilo de historietas con sus guiones que obtuvo gran éxito, a pesar de lo estereotipado; Mandrafina ha dibujado cientos de historias llenas de clichés para Columba y Record. Pero un día, los dos se tomaron un respiro para crear una obra maestra del cómic de todos los tiempos. Sí, un día Trillo y Mandrafina exprimieron a fondo el talento de cada uno (talento que, de cualquier modo, había quedado manifiesto en Spaghetti Brothers y Peter Kampf lo sabía) para hacer una historieta que los hiciera ser recordados después de muertos. Y lo lograron.
Publicado originalmente en Argentina como Cosecha Verde, y conocida en España como La gran patraña, esta novela gráfica se erige como la irupción del boom latinoamericano literario de los 60’s en el cómic. Un coctel de García Marquez, Vargas Llosa y Roa Bastos en lo temático; una amalgama de la influencia de Canniff, pero también de todo el cómic mexicano de folletín, en lo gráfico, permitieron llevar a cabo esta magnífica historia.
La Colonia es un país sudamericano regido por una, interminable, dictadura. El tirano, denominado El gran títere, tiene al pueblo convencido de una gran mentira: que su sobrina, con la que cohabita incestuosamente, es una virgen milagrosa. Ayudado por el escritor Melitón Bates, el dictador convence a la población de la conveniencia de la castidad para evitar el nacimiento de más proletariado indeseable. Sólo unos insurrectos misteriosos, perdidos en la montaña conocen la verdad. Ellos y Donaldo Reynoso, el detective venido a menos, quién descubrirá la verdad a un alto costo, de boca de la propia falsa virgen, Malinche Centurión. Pero las cosas se complicarán, Reynoso, poseedor de un secreto que puede ser su ruina antes que su triunfo y enamorado de la femme fatale más fatídica que han visto los comics (fatídica hasta para sí misma), deberá enfrentarse no sólo al Gran títere y a sus enemigos al margen de la ley, sino con El iguana, un esbirro siniestro con lengua de reptil que siembra la muerte a su paso con una facilidad pasmosa, o a un inexplicable alemán nazi, Von Fritz.
La historia que leeremos será entonces la que se teje debajo de la gran patraña, contada a ritmo de radio novela (o de tragedia griega con coro órfico, según se lo quiera ver), con observaciones de dos personajes secundaros, Trópico, la vedette del bar El rey mago y el propio Melitón Bates, quienes irán añadiendo detalles a la trama, contándose la historia en un tono que la convierte en una inteligente parodia de sí misma. Trillo construye una trama compleja y divertida, donde la irrealidad se convierte en una virtud, Mandrafina dibuja como nunca (siempre fue bueno), y juntos construyen un fresco latinoamericano, con elementos de realismo mágico y de tragedia política, que en medio de jugar con todos los clichés imaginables, no es evasión.
Es nuestra historia.
Publicado originalmente en Argentina como Cosecha Verde, y conocida en España como La gran patraña, esta novela gráfica se erige como la irupción del boom latinoamericano literario de los 60’s en el cómic. Un coctel de García Marquez, Vargas Llosa y Roa Bastos en lo temático; una amalgama de la influencia de Canniff, pero también de todo el cómic mexicano de folletín, en lo gráfico, permitieron llevar a cabo esta magnífica historia.
La Colonia es un país sudamericano regido por una, interminable, dictadura. El tirano, denominado El gran títere, tiene al pueblo convencido de una gran mentira: que su sobrina, con la que cohabita incestuosamente, es una virgen milagrosa. Ayudado por el escritor Melitón Bates, el dictador convence a la población de la conveniencia de la castidad para evitar el nacimiento de más proletariado indeseable. Sólo unos insurrectos misteriosos, perdidos en la montaña conocen la verdad. Ellos y Donaldo Reynoso, el detective venido a menos, quién descubrirá la verdad a un alto costo, de boca de la propia falsa virgen, Malinche Centurión. Pero las cosas se complicarán, Reynoso, poseedor de un secreto que puede ser su ruina antes que su triunfo y enamorado de la femme fatale más fatídica que han visto los comics (fatídica hasta para sí misma), deberá enfrentarse no sólo al Gran títere y a sus enemigos al margen de la ley, sino con El iguana, un esbirro siniestro con lengua de reptil que siembra la muerte a su paso con una facilidad pasmosa, o a un inexplicable alemán nazi, Von Fritz.
La historia que leeremos será entonces la que se teje debajo de la gran patraña, contada a ritmo de radio novela (o de tragedia griega con coro órfico, según se lo quiera ver), con observaciones de dos personajes secundaros, Trópico, la vedette del bar El rey mago y el propio Melitón Bates, quienes irán añadiendo detalles a la trama, contándose la historia en un tono que la convierte en una inteligente parodia de sí misma. Trillo construye una trama compleja y divertida, donde la irrealidad se convierte en una virtud, Mandrafina dibuja como nunca (siempre fue bueno), y juntos construyen un fresco latinoamericano, con elementos de realismo mágico y de tragedia política, que en medio de jugar con todos los clichés imaginables, no es evasión.
Es nuestra historia.